martes, 27 de noviembre de 2012

El enigma humano II: ¿fuimos modificados genéticamente en el pasado?


El ser humano es una especie, sin lugar a dudas, extraña, que se aleja de lo ortodoxo en el planeta Tierra y que parece manejar el entorno a su antojo, destruyendo y alterando la evolución natural de los ecosistemas. Con este panorama más bien metafísico, ¿cabe preguntarnos si somos seres "artificiales"? es decir, ¿pertenecemos de forma "natural" al planeta Tierra o más bien somos fruto de una intervención genética casual o dirigida?


Muchos científicos (muchos más de lo que muchos creen) dan una serie de pruebas a estudiar, para tomar esta hipótesis en cuenta, sobre todo, para diferenciarnos de un origen simiesco, y dejar claro que hay órganos y características propias del homo sapiens que no suponen ninguna ventaja selectiva, sino más bien, todo lo contrario:


  • Existe un gran salto cronológico entre los fósiles encontrados de nuestros supuestos antecesores sin existir un eslabón común con características más cercanas a las nuestras. Perfectamente se podría hablar de especies extintas en lugar de especies evolucionadas hacia el homo sapiens.

  • Nuestros huesos son mucho más ligeros que los de los primates, es decir, somos más dinámicos y flexibles. Así mismo, nuestros músculos son mucho más débiles, lo cual debería suponer una gran desventaja evolutiva si no fuese por nuestra capacidad bípeda, única en cualquier mamífero.

  • Nuestra piel está muy mal adaptada a las emisiones ultravioletas del sol. Si la función crea el órgano, en lugar de cazar animales y abrigarnos con sus pieles, deberíamos haber desarrollado una piel más protectora, como la de los primates.

  • Nuestro pelo corporal es muy poco denso, débil, no tiene absolutamente ninguna función de supervivencia. Si nos depilamos nuestro cuerpo funciona exactamente igual. Nuestro cabello craneal parece ser meramente decorativo. 
Lloyd Pye en una conferencia hablando de las rarezas humanas

  • Tanto el cabello craneal como las uñas crecen sin parar, sin ninguna lógica selectiva, ni evolutiva. No supone ninguna ventaja, parece como si hubiera salido de la nada, por mero capricho o por errores de diseño.

  • Nuestro sistema de reproducción podría definirse como "propenso a generar plagas". Como si de virus se tratase, los homo sapiens podemos reproducirnos durante cualquier época del año, siempre somos receptivos sexualmente, no tenemos celo. Por tanto, la naturaleza no controla nuestra población, por así decirlo

  • Somos seres muy grasientos. Entre 5 y 10 veces más grasa en la piel que cualquier primate. Es decir, tenemos grasa como para adaptarnos a un medio marino más que terrestre.

  • Nuestras cuerdas vocales son un auténtico desafío al darwinismo. Ninguna especie las ha desarrollado. Nuestra garganta parece un fino diseño de modulación del sonido. Sin ellas, nuestro lenguaje sería imposible.

  • Nuestra capacidad para cicatrizar heridas es pésima. Parece que no nos hemos adaptado a ellas y que es nuestra capacidad de manipular el entorno lo que nos hace sobrevivir al mismo.

  • Los primates tienen 48 cromosomas y nosotros 46. Tenemos dos cromosomas menos, pero a su vez, los nuestros parecen más avanzados y complejos y por ello mucho más proclives al fallo genético: se han registrado hasta la fecha más de 4.000 trastornos genéticos y decenas de enfermedades mentales o neurológicas. Parece que o fuimos diseñados rápido como mano de obra barata, o bien evolucionamos demasiado rápido, pues ningún ejemplar en la naturaleza presenta tantos fallos. ¿Dónde se fueron esos 2 cromosomas y en qué momento de la historia? Otro desafío histórico.

En definitiva, por mucho que nos quieran vender, la teoría de la evolución humana es otro dogma más, como si fuera una religión más, puesto que se basa más en creencias y en la fe, que en pruebas reales, ya que no existe ninguna prueba sólida de ningún antecesor nuestro, tan sólo de especies diferentes, con cráneos distintos y caracteres nada vinculados a lo que somos nosotros.

¿Es compatible la posibilidad de un "diseño inteligente" con la evolución? Eso depende en lo que uno quiera decir por la palabra “evolución.” Si uno simplemente quiere decir “cambio a través del tiempo,” o incluso, que los seres vivos están relacionados por antecesores comunes, no hay un conflicto interno entre la teoría de la evolución y el diseño inteligente. Sin embargo, la teoría de la evolución dominante en estos días es el neo-darwinismo, el cual sostiene que la evolución es conducida por selección natural actuando en mutaciones aleatorias, y procesos impredecibles sin propósito y que “no tienen una dirección o objetivo discernible, incluyendo la supervivencia de una determinada especie” (Declaración NABT acerca de la Cátedra sobre Evolución). Es esta afirmación en particular hecha por el neo-darwinismo lo que la teoría del diseño inteligente reta directamente.

¿Por qué, entonces, algunos darwinistas siguen insistiendo en combinar al diseño inteligente con el creacionismo? De acuerdo al Dr. Numbers, es porque ellos piensan que tales afirmaciones son “la manera más fácil de desacreditar al diseño inteligente”. En otras palabras, el cargo que se hace al diseño inteligente de ser “creacionismo” (es decir, vincularlo al monotelismo) es una estrategia retórica de la parte de los darwinistas que desean deslegitimar la teoría del diseño sin darle mérito alguno. Ya sabemos que hay que mantener lo establecido por la ortodoxia puesto que el darwinismo justificaría este capitalismo atroz y la necesidad de la existencia las clases sociales por "selección natural", que era el gran fin que perseguía Charles Darwin.


2 comentarios:

  1. Aunque me parece un tema altamente interesante, pues yo también soy de la opinión de que la teoría evolucionista tiene sus lagunas, he de decir que virar la cuestión hacia tendencias excesivamente heterodoxas puede provocar el efecto "pez que se muerde la cola", es decir, caer precisamente en el mismo error del darwinismo, rechazar lo contrario porque sí.
    Dicho esto, aunque nuestro ADN ponga contra las cuerdas a algunas ideas de la teoría evolucionista, aunque no esté claro nuestro origen simiesco, y aunque algunos comportamientos del ser humano sean diferentes del resto de especies (también lo son los tardígrados, por ejemplo, ¿eso ya les hace obligatoriamente poseer un origen extraterrestre?), no demuestra en nada que nosotros hayamos sido alterados genéticamente por otras entidades. Si nuestro inicio es causal, surge entonces otro problema: ¿Cuál fue la causa de esa causa? Y así podríamos estar hasta el infinito salvo que como Tomás de Aquino llegues hasta Dios, o como Aristóteles al Motor inmóvil que mueve el universo, por poner sólo dos ejemplos de la antigüedad. Vamos, que el problema no es nuevo, con lo cual de nada sirve plantear más preguntas si no buscar respuestas. Y ahí, tanto los excesivamente ortodoxos en la ciencia, como los exageradamente heterodoxos, andan erróneos. Es decir, no podemos partir a la hora de intentar encontrar una verdad con una serie de prejuicios que nos impiden ver completamente la luz, y perdonen que me ponga tan socrático (o platónico).
    Por cierto, es un placer debatir sobre estas cosas, invito a hacerlo al resto de lectores.

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    1. Es un poco complicado,si miras atras hace 2 mil años y hace 1 mil años la tecnologia no cambio para nada o muy poco, pero si ves hace practicamente 50 años se disparo! Por que? De donde salieron las primeras civilizaciones? Como por eje los sumerios? Las razas? Es dificil pensar que no hubo una mano externa en esto.

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